El cine es un bien escaso en tiempos de pandemia. Las salas se encuentran cerradas en varias partes del mundo y las plataformas digitales buscan hacerse de los nuevos títulos y llevar el cine hacia las casas. Aunque el streaming tiene sus beneficios, no goza de los mismos ingresos que el cine observado desde las salas y es por esto que los números que deja la pandemia en este rubro son para taparse los ojos. Veamos algunos.
Con el inicio de la pandemia en China continental, 70.000 cines cerraron para enero de este años. En los primeros dos meses de 2020, la taquilla de China bajó a US $3,9 millones, en comparación con los US $ 2.148 mil millones en los primeros dos meses de 2019.
Más tarde, como resultado de la pandemia en Italia, en marzo de 2020, el gobierno italiano ordenó el cierre de todos los cines por hasta un mes. Esto provocó que la taquilla cayera un 94% para el fin de semana del 6 al 8 de marzo en comparación con el mismo período del año anterior. Esta misma medida tomaría Qatar, el Reino Unido e, incluso, Estados Unidos.
Francia es uno de los pocos países que ha sabido adaptarse a la situación haciendo que sus cines operen a la mitad de su capacidad, dejando asientos estratégicos no disponibles para reducir la cercanía entre las personas al ver las películas.
En Asia, sacando a China continental, podemos ver un porcentaje de pérdidas de taquilla del 60% en Corea del Sur, del 35% en Hong Kong, Filipinas y Singapur, y del 30% en Taiwán.
Uno de los mercados más importantes de películas es el de Los Ángeles, una columna vertebral económica local cuya taquilla cayó un 20% en abril de 2020 en comparación con sus cifras de 2019.
La revista Deadline informó que más de 100 salas de cine en los EE.UU habían cerrado debido a decisiones locales y a la incapacidad de mantenerlas abiertas sin demanda por parte de la gente. Esto hizo que los auto cines empezaran a ganar popularidad nuevamente.
Tanta fue la caída en la taquilla que estudios como Walt Disney Studios y Universal Pictures anunciaron que ya no reportarían cifras de taquilla.
Yendo al panorama nacional, los datos son igual de pesimistas que en el resto del mundo. Sin embargo, los cineastas argentinos están buscando adaptarse a las circunstancias y cambiar los hábitos y las formas de producción, de realización, de distribución y proyección. El INCAA estableció como norma, durante la cuarentena, estrenar sus films dentro de su aplicación cine.ar.
Casos como el de Argentina llevan a considerar el posible cambio en el cine pasando de las pantallas a los streamings. Esto beneficiaría a las distribuidoras cinematográficas como Disney o Universal y perjudicaría a las grandes cadenas de cine ya que las distribuidoras no tendrían que dividir sus ganancias ya que no dependerían de las salas de cine para recaudar ingresos en forma de taquilla.
La pandemia trajo caídas en casi todos los ámbitos y el cine no se queda afuera. Dicho esto, es posible que también haya traído a la luz un nuevo tipo de cine, que guste o no, puede ser el futuro.
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